martes, mayo 31, 2005

El periodismo como rebaño



La mayoría de las páginas que leo a diario traen como noticia destacada del día que el actor porno Nacho Vidal deja su actual profesión porque se va a casar.

Elmundo.es (en su sección de Cultura), 20minutos, informativos telecinco, periodistadigital, lavozdegalicia...hasta elpais.es lo publica en portada.

Lo único que se me ocurre es que lo banal ha ganado definitivamente a lo esencial y que los medios informativos se pelean por los mismos lectores. La pregunta que suscita todo esto es: ¿los periodistas venden mierda porque es lo que la gente pide o la gente consume mierda porque es lo que ofrecen los periodistas?

Esto es: la mierda funciona con los parámetros de la oferta o de la demanda.

El periodismo tienen un comportamiento similar a los mercados financieros: el miedo a quedar fuera del rebaño. Siempre es preferible ser un mediocre como todo el mundo que ir en contra de la tendencia. El ofrecer un producto de calidad no compensa el riesgo de no dispensar lo que la mayoría de la gente quiere consumir.

2 Comments:

Blogger la patata de la libertad said...

"¿los periodistas venden mierda porque es lo que la gente pide o la gente consume mierda porque es lo que ofrecen los periodistas?"
Gran pregunta.
Creo que hay una variante con la que nos salimos de este círculo de ignorancia: la mierda es barata de producir y está al alcance de cualquiera que se quiera hacer pasar por periodista.
Si quisiesemos oro, nos darían igualmente mierda (dorada, eso sí, a ver si cuela) pero mierda al fin y al cabo...
Es lo que sucede cuando la prensa (la generalista) se rige por el criterio de rentabilidad.
¿Nadie cae en la gravedad del desmantelamiento de las corresponsalías internacionales?
¡Sucede algo en África y nos informan con una entrevista telefónica a un cooperante internacional!
Nuestra ignorancia, abonada por esta ola de mierda barata, paga los tres kilos que se lleva Pitita de Hohenlohe por decir "mi marido me pegaba" en prime time. Y como es tan caro que Pitita diga eso, pues adiós a los corresponsales internacionales.
¿Y qué hay del efecto de la precariedad de los periodistas free-lance, que escriben a sueldo sin posibilidad de rebatir la realidad que se vende? (o ya no te contrato más, pipiolo)...
Tal vez haya algo más que problemas de oferta y de demanda.
En fin, que con esta prensa se produce más barato y se apela al morbo y al sentimentalismo más imbécil y (sobretodo) más fácil.

5:46 p. m.  
Blogger Willy S. said...

estoy de acuerdo con todo lo que dices, pero añadiría otro factor: el porno ha pasado de ser un gueto marginal a alcanzar algo parecido a una especie de glamour perverso que hace que todo el mundo gire la cabeza cuando se habla de él; es decir, si la noticia fuera que alguno de los engendros lanzados a la fama desde los programas de telerrealidad declara que se retira de cantar (o lo que sea) o que se retira de salir en las teles, dudo que tuviera más portada que el que me dices o el diez minutos;

pero el desembarco de "lo porno" en nuestras vidas es absolutamente abrumador (basta ver la publicidad, auténtico termómetro de lo que está socialmente bien visto y de lo que estará en un futuro cercano considerado como "guay", las teleseries, las películas convencionales), y lo más divertido es ver como, de alguna manera, una actividad antaño marginal y señalada con el dedo de "lo que no se nombra" ha adquirido un estatus que casi se codea con el del cine tradicional; es normal en estas condiciones que la vida de un "artista" de esta rama del "arte" sea noticia

9:27 p. m.  

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