Se avecinan tiempos duros (2): Pedro el Grande

Pedro Solbes no solamente es de largo el miembro más capacitado del gobierno actual, sino que posiblemente pasará a la historia como uno de los mejores ministros de la democracia.

Solbes tiene un brillante historial profesional que le ha llevado a ser uno de los artífices del gran crecimiento español de los últimos años. En un país tan politizado como el nuestro hasta sonaba extraño oir a algunos responsables del PP y en concreto a Rodrigo Rato, que fue otro buen ministro, alabar el estado de las finanzas que se encontraron en el 96 cuando llegaron al poder.

Hoy Solbes es de nuevo el más sereno de sus compañeros de Consejo de Ministros y pieza fundamental de estabilidad en un gobierno de perfil bajo.

Como toda persona formada y culta, aun siendo político le cuesta mentir o decir necedades y majaderías que a otros compañeros políticos de su cuerda y de los escaños de enfrente no sólo no les cuesta esfuerzo sino que se regodean y jactan de pronunciarlas. La ignoracia es atrevida. Como dice Prosopopeyo en torno al tema del embarazo real: "es emocionante ver hablar a las voces más repulsivas del mundo rosa de Derecho constitucional con la misma soltura que lo hacen de las andanzas sexuales de un cubano de genitales hipertrofiados". Pues con algunos políticos pasa lo mismo.

Ayer Solbes acudió al Club Siglo XXI para realizar un balance económico del primer año de gestión de Zapatero.

El ministro de economía empleó parte de sus discurso en atribuir el éxito económico español de los últimos años a elementos ajenos a la política de Gobierno. "La entrada en el euro, la reducción de los tipos de interés, los ingresos procedentes de la s privatizaciones y las transferencias de la Unión Europea contribuyeron a cuadrar las cuentas del anterior equipo de Gobierno."

Y del suyo, añado yo.

"Pero estas excepcionales circunstancias no tendrán continuidad a largo plazo, por lo que España se enfrenta a un problema: la reducción que han experimentado los tipos de interés en los últimos años "ya ha finalizado" y la entrada de fondos comunitarios será "notablemente menor" que en años anteriores."

También hizo incapié en la falta de competencia en muchos de nuestros mercados. Solbes percibe una clara limitación en el modelo de crecimiento actual. "Mientras España siga moviéndose en el entorno del 0.5% de aumento anual de productividad, nuestras perspectivas de crecimiento a largo plazo no serán demasiado sólidas. Hay que incidir en los sectores de contenido tecnológico alto y en la calidad, ya que en caso contrario, las fuerzas de la economía terminarán por imponer el ajuste por la vía de los salarios."

Esto es fundamental. Cuando se habla de una educación superior de calidad no se propone marginar a unos trabajadores con gran cualificación de aquellos que no la poseen: sino que la carencia de aquella y su desarrollo investigador y profesional ulterior traerá inevitablemente un ajuste de salarios para las clases más desfavorecidas, ya que el trabajo poco cualificado tiende, de manera acelerada, a tener cada vez un menor valor.

Así que aquellos que pretenden que a nivel educativo todo el mundo sea tratado de la misma manera, a cualquier precio e independientemente de su capacidad, esfuerzo, dedicación y aprovechamiento, lo único que conseguirán es que los menos cualificados tengan un salario cada vez más bajo, que era justamente el objetivo contrario que perseguían.

Por si fuera poco, Solbes no duda en afirmar que la «tensión» en la reforma de estatutos daña a la economía. Y Almunia - desde Europa - también lanza la voz de alarma.