martes, abril 12, 2005

A quien le importa




Hotel Ruanda del director Terry George es una gran película. Pero lo verdaderamente interesante son los hechos que la inspiran.

Recientemente se ha escrito mucho sobre el genocidio y lo que ha ocurrido después: la convivencia entre víctimas y verdugos, la integración social de los asesinos o el gobierno de Kagame.

Pero un tema que ha salido poco a la luz es qué demonios desencadenó el apocalipsis. Así que retomando a los clásicos, he encontrado el capítulo que Ryszard Kapuscinski le dedica al tema en su obra "Ebano" que arroja más luz en veinte páginas que veinte años de reportajes de El País Semanal.

Brain Storming ruandés:

"Ruanda estaba situada muy lejos de las costas (...) el país no representaba ningún valor"

"Gobernaba el país un monarca rodeado de nobles de alcurnia. Todos ellos formaban la casta dominante, la de los tutsis. Su mayor riqueza - en realidad su única riqueza - la constituía el ganado: los cebúes."

"La vaca era la medida de todo: de la riqueza, del prestigio, del poder."

"Los tutsis no son pastores ni nómadas, ni siquiera ganaderos. Son dueños de los rebaños, son las casta dominante, la aristocracia."

"Los hutus forman la casta de los agricultores. Entre tutsis y hutus dominaban unas relaciones feudales: el tutsi era el señor y el hutu, su vasallo."

"Paulatinamente, a mediados del siglo XX, crece un conflicto dramático entre las dos castas. Lo que se disputan es la tierra. Ruanda es pequeña, montañosa y muy densamente poblada".

"¡Muerte¡ ¡Muerte¡ Las fosas con cadáveres de tutsis sólo están ocupadas hasata la mita. ¡Daos prisa en acabar de llenarlas¡"

"¿Acaso no sería ello prueba suficiente de que el diablo mora entre nosotros, sólo que en la primavera de 1994 se encontraba en Ruanda?".

"Se trataba de que en el camino hacia el Ideal Supremo, que consitía en eliminar al enemigo de una vez para siempre, se crease una comunión criminal entre el pueblo"

"Frente a los sistemas hitlerianos y estaliniano, en los que la muerte la administraban verdugos de instituciones especilaizadas -las SS o el NKVD- y cuyos crímenes eran obra de formaciones especiales que actuaban en lugares secretos, en Ruanda lo importante era que todo el mundo cometiese asesinatos, que el crimen fuera producto de una acción de masas, en cierto modo popular y hasta espontánea
"

Como dice el Coronel Oliver de las Naciones Unidas (interpretado por un no muy brillante, en esta ocasión, Nick Nolte) a Paul Rusesabagina (magnífico Don Cheadle): "No les importáis una mierda"

Y siguen sin hacerlo...