viernes, marzo 04, 2005

Humor inglés




("Harry, ¿cómo puedes andar por ahí con esa cosa tan horrible en el brazo?"
"Eso mismo te iba a preguntar yo a ti")

Gran Bretaña es un país paradójico y con ciertas dosis de esquizofrenia.

Por un lado son un páis pujante con una economía en estos momentos inmejorable que cedió el testigo de primera potencia mundial a mediados del siglo pasado para pasar a ocupar un segundo plano que es el que en la actualidad ocupa.

Pero aún guardan ese tufillo de rancio abolengo tan amante de cuidar las formas y preservar las costumbres más propio de una sociedad decadente o de aquellas que han sido y ya no son. La monarquía británica es fiel reflejo de todo esto. Una banda de plutócratas de sangre azul que viven con toda serie de prevendas en un mundo ficticio que la sociedad civil se empeña, de un modo incomprensible, en mantener.

El distraz del principito subraya la idea: disfrazarse de nazi siendo el tercero en la línea sucesoria a la Corona inglesa parece ofensivo para todos los muertos ingleses (y no ingleses) de la Segunda Guera Mundial, sobre todo cuando el recuerdo de todo aquello esta aun tan presente.

Estos personajillos de la realeza aceptan y se aprovechan de buen grado todos sus privilegios y derechos adquiridos, pero obvian las obligaciones que su posición y estatus trae consigo.

Y a pesar de todo, una nación que ha producido talentos como Los Beatles, Winston Churchill, Charles Darwin, William Shakespeare,Isaac Newton o Benny Hill merece un reconocimiento...