jueves, marzo 03, 2005

Declaraciones de Derechos



Zapatero es recibido con honores en la Asamblea Nacional Francesa y proclama con grandilocuencia su reconocimiento al país que redactó en 1789 la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Es cierto que esta obra francesa marca el final del Ancienne Régime y abre una nueva época, pero no es menos cierto que esa Declaración está inspirada en La Declaración de Derechos de Virginia de 12 de junio de 1776 que es la primera declaración de derechos en sentido moderno.

La Declaración de Derechos de Virginia, al ser el primer documento declarativo de derechos individuales, sirvió como referencia para las declaraciones que se aprobaron posteriormente en los restantes Estados, para la Declaración de independencia y, por supuesto, también para los catálogos y declaraciones de derechos europeos (como la Declaración de Derechos del hombre y del Ciudadano, aprobada en Francia tres años más tarde).

Dos siglos más tarde es sorprendente qué vigencia tiene todavía su articulado:...¿Por qué el domingo no se la regalan a todos los políticos con el períodico que tengan a bien comprar?

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Te quedas corto. ¿Por qué sólo a los políticos? ¿Por qué no a todos los ciudadanos?

5:50 p. m.  
Blogger mangallous said...

Por su especial responsabilidad: porque los políticos tienen la tarea de encauzar la voluntad popular, aunque la mayoria solo piense en servirse del cargo.

Y porque la Declaración traza las líneas de juego con especial atención a los llamados servidores públicos.

Vease:

II.Que todo el poder pertenece y, en consecuencia, deriva del pueblo; que los magistrados son sus mandatarios y sirvientes, y en todo momento responsables ante él.

III. Que el Gobierno es, o debe ser, creado para el común beneficio, protección y seguridad del pueblo, nación o comunidad; que de los diversos modos o formas de gobierno, la mejor es aquella que sea capaz de generar el mayor grado de felicidad y seguridad así como de protegerse efectivamente frente al peligro de la mala administración; y que, cuando se considere que un gobierno es inadecuado o contrario a estos objetivos, una mayoría de la comunidad tendrá un indiscutible, inalienable e imprescriptible derecho a reformarlo, cambiarlo o abolirlo, en la manera que se juzgue más conveniente para el bien público.

IV. Que ninguna persona o grupo de personas tienen derecho a recibir emolumentos exclusivos o especiales o privilegios de la comunidad, salvo en consideración a la prestación de servicios públicos; los cuales no serán transmisibles, como tampoco serán hereditarios los cargos de magistrado, legislador o juez.


Pero no me parece mal que sean entregadas a todos los ciudadanos. Otros cinco millones de copias para que nadie se las lea.

6:01 p. m.  

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