Opiniones libres
Estar fuera de los asfixiante resortes del poder político y de las disputas partidistas ofrece, si se combina con una posición económica bien desastrosa bien totalmente desahogada, la capacidad para hablar con libertad. Si además de libertad, el personaje rebosa preparación y experiencia siempre es ciertamente interesante escuchar lo que dicen.
Y como dijo Ramón Villares, exrector de la Universidad de Santiago de Compostela en referencia a Isaac Díaz Pardo, en una expresión hoy políticamente incorrecta pero con la que no puedo estar más de acuerdo, "no todas las opiniones valen lo mismo".
Uno de esos sujetos a los que me refería es Felipe González. Esta es la contestación que ofreció ayer en El Pais Domingo a Soledad Gallego-Díaz a la pregunta de si se puede mantener el modelo del estado de bienestar europeo:
"Sí, yo creo que se puede mantener el modelo, modificándolo. Europa no tiene sólo un problema de competitividad o de competencia que le viene del sur; tiene un problema de competencia con Estados Unidos, con el Primer Mundo, con lo que llamábamos el norte. Aquí hay un problema de funcionamiento corporativista que hace muy difícil que haya una movilidad ascendente y descendente en la creación de valor, de empresa, que permita competir por valor añadido, por hacer mejor que otros lo que los otros también van a intentar, que incorpore otras tecnologías. Nosotros no podemos competir por salarios baratos. Europa tiene que avanzar en serio tecnológicamente.
Lamento decirlo, pero lo diré de una vez: lo que más frena eso son las cúpulas del poder económico financiero, político y sindical, que funcionan corporativamente. Si alguien que tiene que hacer nuevas tecnologías en Alemania, a nadie se le ocurre que pueda hacerlo alguien diferente a Deutsche Telecom o Siemens. Y resulta que hay paisillos comoIrlanda o Finlandia que tiene gente que hace nuevas tecnologías y son personas que no trabajan en la Deutsche Telecom o Siemens. Vas a China y te encuentras a 40.000 finlandeses que no están vendiendo tomates, sino alta tecnología. Pero resulta que en el corazón de Europa. me da igual que sea Italia, Francia, España o Alemania, los de siempre dicen que ellos son los únicos que saben hacer esas cosas. Yo pongo un ejemplo: miremos el ranking de las primeras empresas de Estados Unidos hace 25 años y ahora. Hagamos el mismo ejercicio en Europq. Aquí no han cambiado prácticamente. Algo pasa, ¿no?"
Otro de esos personajes es Albert Boadella, cuya entrevista no deberían dejar de leer.
1 Comments:
chilenos de mierda se cren los mas poderosos pero son unos povres huevones de mierda los chilenos me caen al pincho chilenos hijos de putas
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