martes, febrero 01, 2005

El debate

.

Interesante tarde parlamentaria en el Congreso de los Diputados.

Ya han hablado Ibarretxe, Zapatero y Rajoy. Tres estilos contrapuestos. Ibarretxe ha seguido en sus trece: la perversión del lenguaje como paso previo a la perversión de la democracia y del estado de derecho.

Zapatero ha tenido un buen comienzo, con un tono muy institucional y solemne. Los asesores le han escrito un buen puñado de referencias, la gran mayoria de personajes extranjeros, para subrayar ese tono: Albert Camus, Thomas Jefferson....que dudo haya leido, siquiera ojeado, alguna vez. Pecado venial. Su intervención ha ido de mas a menos, intentando -creo que con buen tino- que no haya vencedores ni vencidos. En los Parques Naturales americanos no paran de recordarte que si ves algun puma o fiera semejante, intentes primero asustarlo y luego le dejes sitio para huir o recular, ya que de lo contrario solo queda el enfrentamiento físico. Algo asi ha querido hacer Zapatero.

Rajoy ha tenido una intervención más pegada a la realidad jurídico-legal. Ha optado el cuerpo a cuerpo. Ha recordado a las víctimas de ETA, ha hablado de la presunta sociedad de castas que traería consigo la aprobación del plan Ibarretxe, ha mencionado a Rousseau, a Montesquieu...

Zapatera ha ido a lo abstracto: ha hecho una intervención de manual abriendo y cerrando el discurso con una frase sentenciadora ("si vivimos juntos debemos decidir juntos" muy en linea con la sentencia del Tibunal Supremo de Ottawa en el conflicto del Estado con la provincia de Quebec) y grandilocuente. Rajoy ha ido a lo concreto: la vulneración que supone esta propuesta del estado de derecho, de la legalidad, en resumen, de la democracia.

Ahora esta hablando Duran de CIU, del que destaca su tez morena muy a juego con su camisa rosa y su corbata color crema a juego con sus gafas.

Al que no me pierdo es a Llamazares que en un ejercicio de autentica esquizofrenia política tendrá que defender los votos en tres sentidos diferentes que hay dentro del grupo de Izquierda Unida: el no, la abstención y el si de Ezker Batua.