domingo, enero 23, 2005

¿Acabará Internet con el periodismo o lo resucitará?

La crisis del peridismo tradicional es un tema que está latente en todos los foros.

En primer lugar, Internet como factor de desestabilización, económica y moral. Dice Arcadi Espada en su blog (que me acabo de enterar que le paga su editorial) que Internet acaba con el monopolio del periodismo como foro masivo de la democracia: el intercambio, la discusión y el conflicto suceden ya al margen del periodismo

En segundo lugar la prestigiosa prensa norteamericana acechada por una creciente falta de credibilidad: desde el muy recomendable The New York Times hasta el ultimo caso de Dan Rather, el archiconocido presentador de la CBS, que falseó datos sobre George Bush en relación a su servicio militar. Como si para hacer escarnio de la juventud de George W. Bush hubiese que inventarse nada.

En España, muy lejos de la autocrítica anglosajona, se despide hoy Malen Alvarez como Defensora del Lector de el diario El Pais, con algunos comentarios interesantes y acertados y otros no tanto. Dice en acto de sinceridad lo que tantas veces he reprochado al diario del Grupo Prisa y que es extensivo a todo el periodismo español: "he asumido como propia la frase que tanto repiten los lectores, "si en esto, de lo que entiendo un poco, dicen ustedes tantas barbaridades, me pregunto qué harán con las informaciones que no controlo".

Según lo veo yo, hay dos niveles de crisis: uno la perdida de independencia progresiva del primer diario de España y referente de valores tan sagrados en el periodismo como independencia, rigor ,critica y calidad. El reciente caso del BBVA, la CNMV y Francisco Gonzalez es paradigmatico. Hoy le dedican en su edición dominical tres páginas en la sección de economía con una página a cinco columnas, la editorial y un titular en la portada en uno de los capítulos mas bufos que recuerde. El primer diario del país no puede, o no debe, dedicarse a dar este tipo de pataletas.

Y el otro nivel de crisis es el económico: el tener que recurrir semana tras semana a promociones de libros, enciclopedias, discos o dvds es significativo de que el horizonte de la prensa generalista traerá consigo una perdida constante de ejemplares vendidos y lectores que optarán por informarse por otras vías y canales.