miércoles, marzo 30, 2005

Genio al cuadrado

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Fernando Arrabal es uno de los autores españoles mas respetados en Francia donde vive desde hace muchos años. En nuestro pais ha protagonizado uno de los episodios mas brillantes que se recuerdan cuando en un programa televisivo de Sánchez Drago, completamente ebrio, se dedicó a declamar autenticas perlas que para algunos de nosotros constituyen el capítulo televisivo mas caótico y divertido desde la entrevista a Paca de España de Martes y Trece.

A Arrabal nos lo hicieron leer como obra obligatoria en el instituto: “Pic Nic”, “El laberinto” y “El Triciclo” en aquellas ediciones negras de Cátedra. Si yo fuese profesor de literatura pondría las imágenes de un Fernando magistral desesperando al erudito Sánchez Dragó para entender a uno de los grandes dramaturgos del siglo XX. Inmediatamente todos los alumnos leerían a Arrabal con devoción y por placer...que es como hay que leer.



(a mi estas manos locas frente a la cara del genio me recuerdan a un querido amigo que un día "casi vio un ovni")


Su último libro se titula “Houellebecq”, apellido del mejor escritor francés de los últimos años.

Conocí a Michel Houellebecq hace algún tiempo al leer su novela “Plataforma” que Fernando Arrabal considera “el tratado de moral y el poema lírico de nuestro tiempo”.

Houellebecq es decididamente provocador, políticamente incorrecto, sincero, moderno, agitador de mentes bienpensantes. Toda expresión artística ha de tener algo de rompedora: la obra del francés lo hace.

Las partículas elementales”, “Ampliación del campo de batalla”, su recopilación de refllexiones y artículos “El mundo como supermercado” y finalmente su última novela corta “Lanzarote” constituyen una de las carreras literarias más interesantes en Europa de los años noventa.

Arrabal y Houellebecq se admiran desde hace años. En 2002 el dramaturgo y cineasta español fue llamado para testificar a favor del francés en el juicio que éste tuvo a raíz de unas declaraciones consideradas ofensivas para el Islam.

Arrabal le dijo al juez lo que Beckett había declarado en descargo del español cuando fue juzgado por blasfemo por los tribunales franquistas: “ Es mucho lo que tiene que sufrir el poeta para escribir, señor juez, no añada nada a su propio dolor”.

Ya sé cual es el próximo libro que me voy a comprar: “Houellebecq” de Fernando Arrabal.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Yo ahora mismo leo "Las partículas elementales" y me encanta. Me fascina esa actitud transgresora que desprende.
Yo no tuve que leer a Arrabal...pero si cada lectura "obligada" de los institutos se acompañase de un poco más de entusiasmo frente a la literatura, nadie aborrecería los libros con esa edad, snif!
Chuchisima...hoy ver al Molina y recordarme el episodio de Arrabal que menciona mangallous fue todo uno. Sublime!

8:41 p. m.  

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